¿Cómo podría definir al amor con sólo 11 años de edad?
Lo supe ese breve momento en la historia, lo sé ahora que es toda la
historia. Cuándo ocurrió y cómo ocurrió, cosa difícil de saber… ¿Fue acaso cuando
me viste?, ¿Cuando detuviste las voces del tiempo para escucharme hablar,
cantar, susurrar y gritar? ¿O cuando, quizás, hiciste al mundo altivo su rostro
girar? Podría haber sido cuando de tu mano, en medio del temor que me producía
alzar la voz por primera vez, fuerte te sujeté mientras algo me decías… pero es
algo que no puedo asegurar.
Podría decir que el amor surgió cuando tomaste en tus manos mis luchas,
mis anhelos, mis necesidades, mis temores y mis sueños, y los hiciste tan tuyos
que comenzamos a confundirnos tu y yo, en límites fáciles de difuminar, cuando dijiste
aquello que hace tanto ansiaba escuchar.
Te amé, sin duda alguna, cuando me mostraste el mundo, uno que existía,
que era posible… pero que yo no conocía. Me llenaste de cultura, de música, de
libros, de pintura, de tu amorosa locura y poesía. Y cuando aquello no fue
suficiente, me diste aún más… Me diste alas para volar por mi cuenta y ser tan
libre como el aire, como el sol, como la mañana y la noche, como tu espíritu
indomable y tu voluntad, inquebrantables como la fe que puse en nuestro amor,
tu amor.
Amar, podría ser, saber que nunca me mentiste, pues incluso cuando me
dijiste que te irías algún día, me decías la verdad. Es la certeza absoluta de ocupar tu corazón en
cada sencillo momento, en tus silencios, en tu soledad, en tus alegrías que
fueron varias y en las desilusiones que no te pude evitar. ¿Amor? Amor es tu
entrega, nuestra entrega a un sentimiento, a una y mil ideas, incluso cuando el
mundo se nos vino encima y creímos solos estar.
Amor es transitar todavía el
mismo camino que iniciamos juntos, aún tomados de la mano, quince años después.
Es la madurez compartida, la experiencia obtenida, la elegía a mi osadía y a tu
firme voluntad. Podría ser, quizás, ver cada día un evento maravillosamente
imposible, hacerse cotidiana realidad… la felicidad repartida a todo aquel que
no creyó posible algún día poderla alcanzar…
Pero, repito, ¿qué se puede decir del amor con sólo 11 años de edad?
Mientras me dices, determinante y serio, un solo “POR AHORA”; y yo susurro a
viva voz, con insistencia y latiendo el corazón: Para siempre y mucho más…
Foto original de esta servidora, tomada durante el Desfile Bicentenario 2011 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario