viernes, 11 de diciembre de 2009

La vida continúa. A propósito de la vida, Sandro y las segundas oportunidades

Nada hay, o al menos yo no he podido constatar lo contrario, más poderoso que las palabras. Su sola evocación puede traer a flor de piel los sentimientos más profundos, las sensaciones más intensas, recuerdos de momentos que creías olvidados. También pueden, si es el caso, potenciar ansiedades o anhelos, si se parecen demasiado a eso que tu alma añora. En mi caso, una confluencia de eventos, arropados por una voz, por una sentencia contundente, provocaron una reflexión.

Tras padecer una larga y degenerativa enfermedad, el popular (y muy apreciado por quien les escribe) cantante argentino Sandro, fue finalmente intervenido para recibir un triple transplante de pulmón y corazón que pudiera devolverle la vida, detenida en un respirador y en el claustro en el que se convirtió su propia morada a consecuencia del vertiginoso avance de su enfermedad.


Así, el intérprete, a sus 64 años, ha descubierto que la vida, la suya, esa que creía en el ocaso, continúa. Tras la aseveración, publicada en una de las muchas páginas web que ha cubierto el suceso en el país austral, no puedo menos que preguntarme: ¿Qué sucede con aquellos que no tenemos la excusa de una enfermedad degenerativa para justificar una vida detenida? ¿Cuál es la excusa para no vivir? ¿Para no asumir lo que sientes, lo que quieres o lo que no?


Ven quiéreme, sin temer, sin pensar...

Ven bésame, porque el tiempo se va…


La invitación, no menos sugerente, viene del mismísimo Sandro. Después, ver a Dios, nada más… Con unas sencillas palabras, ahora convertidas en credo, parece querer decirnos que todo aquello que hagas puede y debe ser ganancia, después de todo, lo único que tenemos es tiempo… y ese también se va.


La vida continúa es una canción llena de matices y verdades que no tiene desperdicio -a eso nos tiene acostumbrados El Gitano- que puede, en el momento preciso, hacerte cuestionar sobre tu vida y lo que has hecho para lograr que cada momento cuente.


pero la realidad es sólo una verdad,

la vida continúa...


La vida continúa… puedes repetirlo una y mil veces, el resultado será siempre el mismo: el tiempo seguirá su curso inexorable, inmutable, implacable. No se detendrá para que te tomes el trabajo de analizar tus acciones, para que decidas si ese es el camino que realmente deseas transitar, la carrera que quieres cursar, si estás junto a la persona ideal, si tienes el empleo de tus sueños, si posees aquello que realmente quieres. La vida va a continuar, contigo o sin ti, quieras participar de ella o no. El tiempo está, aunque no lo parezca, en tus manos, sólo que puede pasar si no te decides a actuar.


Esa es la verdad que Sandro, con su infinita sabiduría, nos regaló en su momento y que, sólo hasta ahora, gracias a esta segunda oportunidad que la vida le ofrece y a esas ganas renovadas, contagiantes, embriagantes que tiene por aprovechar cada minuto, he podido aprehender en toda su extensión y con todo lo que ello implica.


La sabiduría popular, la que pregonaba aquello de que no hay mejor momento que el ahora, finalmente encontró su lugar, y tuvo razón. Una canción sencilla, palabras conocidas, dichas no pocas veces, una verdad que se esparce a gritos, y se necesitó de un triple trasplante para que adquieran sentido… Ah, la vida, curiosa vida.