martes, 29 de marzo de 2011

LA VIUDA JOVEN

Desde que disfruto de esa bendición llamada televisión satelital, puedo decir -con cierto orgullo, además- que me he vuelto muy selectiva con el tipo de programación que consumo. Por desgracia para la televisión nacional, eso la deja muy mal parada dentro del ranking de mis preferencias, pues cuando se tiene a disposición algunos de los mejores programas del mundo, la parrilla nacional puede ser apreciada en perspectiva y los resultados no son siempre positivos. Ese ejercicio que me precio de realizar cada vez que tengo la oportunidad, me permite observar, con curiosidad antropológica, la evolución de la televisión venezolana.
En esta ocasión el turno fue para Venevisión y su nuevo dramático La viuda joven. Telenovela escrita por un experto en estas lides: Martin Hahn. Tratándose de misterio y suspenso, Hahn ha llevado la batuta por un buen tiempo ya; su producción de exitosos dramáticos en este género así lo confirman: Angélica Pecado, La Mujer de Judas, Estrambótica Anastasia, Amor a Palos y Nadie me dirá como quererte, son sólo parte de la prolífica labor de este escritor que hoy debuta en el canal de la colina, luego de haber trabajado para RCTV durante al menos 15 años.
Un staff de conocidos actores, algunos de ellos de gran trayectoria, integra la plantilla visible de este dramático, el cual constituye, también, el debut para otros tantos novatos en esta área (como Mariángel Ruíz, Josette Vidal Restifo y Stephanie Cardone Fulop, entre otros). No obstante, al parecer, la experiencia y trayectoria de un importante número de buenos actores y actrices no es suficiente para darle cuerpo a unos personajes que carecen de trasfondo y peso psicológico. Aunado a ello, un intento valioso en tanto novedad en suelo criollo por darle mayor dinamismo a cada toma, puede resultar insoportable para el televidente promedio que, la más de las veces, se encuentra distraído tratando de justificar las acciones y actitudes -por demás acartonadas- de los personajes. Todo ello hace de La viuda joven una suerte de caricatura de una buena telenovela. La fórmula, exitosa en el pasado reciente de Hahn, no ha dado tan buenos resultados esta vez.
La producción, no obstante, puede jactarse de ser impecable: excelentes locaciones exteriores, impresionantes escenarios para las tomas de interiores y un cuidado notable en la dirección de arte y de fotografía, insuflan esperanzas para el futuro de este dramático que no ha cuajado del todo en el gusto del “venevidente” venezolano.
Confío en la buena pluma de Hahn, su estilo suele mantenerse hasta el final de la historia y éste, por lo menos hasta ahora, no ha defraudado al espectador que espera con ansias conocer el nombre del asesino (o asesina) en sus relatos. Esperemos, por el bien de los televidentes nacionales, que las cargas se enderecen en el camino y pueda el canal de la colina anotarse otro éxito dramático en sus hoy cincuenta años de consolidada trayectoria.
Imperdible: Las actuaciones de Javier Vidal y la Beba Rojas. Están llenas de matices dentro de tanto acartonamiento dramático.