Volver...
Pero no con la frente
marchita como Gardel…
O como la mujer de
Almodovar que regresa a reparar, casi al final de su vida, lo que no pudo colocar
en su lugar desde el principio…
Volver porque era el
momento preciso, porque así lo quiere la musa y el destino…
Volver porque es lo
que toca, a veces, cuando uno se ha ido…
Simplemente volver…
Así regreso a mi
escritura, a mi encuentro con todos los que por curiosidad, o absoluta
consciencia de su búsqueda, acuden a este blog. A mi encuentro conmigo misma y
las ideas que, en la plenitud de su libertad, volaban sueltas, vagando errantes
hasta el encuentro final con su destino.
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